Pedro no puede jugar afuera porque está lloviendo. Para entretenerlo, su papá decide convertirlo en ¡una pizza! Usando la imaginación le pone la harina encima (en realidad solo es talco); le agrega los tomates (fichas de damas españolas) y le añade el queso (pedazos de papel)…
Las ilustraciones acompañan al texto armoniosamente y abren las puertas a la dimensión del juego a partir de situaciones cotidianas. Propuesta que motiva la creatividad y cuya lectura puede animarse con representaciones en el aula y en la casa.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.